Friday Night Lights: Dillon Football

[Este artículo se engloba en una serie especial que intenta desgranar y analizar las claves de Friday Night Lights, en la que es la última semana antes de que finalice definitivamente].


Este miercóles, 9 de Febrero, en la plataforma de televisión por satélite Direct TV se emitirá el treceavo episodio de la quinta temporada de Friday Night Lights, el que será el último de esta serie basada en una película homónima de Peter Berg que a la vez se basaba en el libro A Town, a Team, and a Dream de H. G. Bissinger y que durante cinco años ha logrado sobrevivir a amenazas de cancelación, audiencias escasas y rescates milagrosos por parte de la cadena NBC.

Hasta aquí la información, ahora la opinión. FNL es un drama deportivo en el que el realismo sucio y la épica se intercalan para describir el día día de un pequeño pueblo de la Norteamérica más profunda en el que el football de insituto es liturgia y, directa o indirectamente, concierne a todos los aspectos de la vida de sus habitantes, tanto personal como profesionalmente. Esta vaga descripción puede evocar al espectador desconocedor de la serie y sus mecanismos ciertas impresiones equivocadas, por supuesto, porque bajo una óptica simplista y alejada, FNL puede parecer una americanada o un culebrón adolescente más. Pero no.

Porque lo que diferencia a FNL de casi cualquier serie que ahora mismo se esté emitiendo es que sabe alejarse muy bien de ciertos tópicos que inundan el género y que desarrolla de forma única. La serie es un relato casi documental de una forma de vida que se desarrolla en un contexto concreto. Con una sensibilidad única, que raramente cae en la sensiblería o la moñez, FNL ofrece una visión interna del "pueblerino" americano dignificadora y siempre alejada de juicios moralizantes externos. Esta es una historia sobre la familia y el crecimiento personal que deja en un segundo plano la crítica, que podría haberla, a un modo de vida totalmente volcado en un placebo como es en este caso el fútbol americano. 

Pero eso no significa que el deporte sea un elemento secundario o una mera excusa para la historia, porque no lo es. Toda la épica que FNL consigue transmitir es debido a que desarrolla unas tramas colocadas con precisión que explotan los viernes por la noche. Los actos de los personajes están condicionados por ello y las consecuencias de lo ocurrido en un partido dictan sus decisiones. Quizás sea por ello que cuanto más se alejan alguna tramas de todo lo que tiene que ver con esa manera tan visceral de vivir el deporte y la competición, más innecesarias y vacuas parecen.

Esto es, a grandes rasgos, lo que Friday Night Lights ofrece, pero no es si no la punta del iceberg. Sus personajes, las actuaciones de los actores, la música de Explosions in the Sky... todos esos elementos que intentaremos desgranar en estos sucesivos días, en la semana en que la serie ofrece su despedida.