Made for TV
Puede que la oferta en cuanto a series de televisión se refiere esté más diversificada que nunca. No solo por la entrada en el negocio de agentes como Netflix o Amazon si no por las apuestas de las cadenas tradicionales por probar diferentes formas de explotar sus producciones más allá de las típicas temporadas de veintidós o trece episodios tradicionales de la parrilla americana (si nos referimos a Reino Unido, la otra gran potencia mundial, la cosa algo varía). Todo esto nos lleva a la inclusión dentro del lenguaje diario de nuevos vocablos que se suman a los ya conocidos y que en vez de clarificar las cosas puede que muchas veces solo sirvan para confundir más al espectador. ¿Qué es una limited series? ¿Y una serie evento? ¿Hay diferencias entre ellas? ¿Son diferentes formas de referirse a una mini serie? Por eso vamos a hacer un repaso muy por encima de estos formatos que se alejan de lo "tradicional", o más bien lo mayoritario, en comparación con lo que nos es más conocido para poder poner algo de luz en el asunto. O no.
Mini series: empecemos con lo conocido. Son más versiones extendidas de películas que se emiten en dos o más partes y no tanto una serie con menos episodios. Principalmente porque son historias que se producen para ser cerradas y sin continuación o al menos no una inmediata. Tradicionalmente han contado con una producción mayor y con actores de más caché que no eran habituales de la televisión, aunque actualmente esa línea se ha difuminado bastante debido al auge que ha vivido la industria de la pequeña pantalla. Hermanos de Sangre, Raíces, Dead Set... y muchas otras que seguro conocéis.
Limited series: son aquellas series en las que las cadenas ven futuro pero que prefieren producir primero de forma limitada para comprobar como responde la audiencia ante ellas. El mejor ejemplo en este caso, y la que puso el término en boga más recientemente, sería Under the Dome de CBS. No se creó con intención de ser solo una serie de trece episodios cerrada, si no para tener una continuación que le llegó gracias a sus buenos datos. En el caso contrario tenemos el ejemplo de Gracepoint, el remake de Broadchurch, que debido a su poca audiencia ha sido cancelada y no continuará, aunque hubiera planes iniciales para que así lo hiciera como sí ha hecho la serie original. Actualmente el ejemplo más cercano que tenemos de una serie limitada es el de Agent Carter en ABC.
Anthology Series: las series antológicas son series cuyas temporadas cuentan historias cerradas e independientes pero con puntos comunes como la temática o la ambientación. Pueden recurrir a un grupo recurrente de actores como hace American Horror Story o cambiarlos cada año a la True Detective o Fargo. En estos casos concretos el hecho de que tengan trece episodios no se debe a su condición de mini serie o serie limitada si no al formato clásico de la series de cable.
Event series: aquí se empieza a complicar el tema, porque es un término más de marketing que otra cosa. Es decir, una mini serie o una limitada pueden ser también una serie evento. Tenemos el ejemplo de la última adaptación de Rosemary's Baby por parte de NBC, que es una mini serie de libro (perdón por el chiste malo) que se publicitó como serie evento. O los ejemplos de FOX, que produjo la novena temporada de 24 como una serie limitada de doce episodios que vendió como evento y que va a repetir la misma estrategia con Wayward Pines.
TV movie: y cerremos con otro término conocido. Un telefilme, o lo que es lo mismo, una película que se produce con miras de ser explotada directamente en televisión. Una expresión muchas veces utilizado de forma despectiva debido a los bajos valores de producción que suelen tener en comparación con las películas que se estrenan en la gran pantalla, aunque como decíamos al principio con las mini series hay muchas producciones que se alejan de esa definición negativa. Duel de Steven Spielberg, The Day After o la más reciente The Normal Heart son algunos ejemplos de ello.