Doctor Who: The Waters of Mars
Capitán Brooke: Diga su nombre, rango e intencionesVoy a ir al grano para dejar espacio a lo que de verdad importa. The Waters of Mars deja a Planet of the Dead y The Next Doctor a la altura del betún. Y no me señalen de fan histérico aún que no he terminado ya que voy a ir un paso más allá y afirmar que es lo mejor que ha escrito Russell T. Davies para la serie. Y es que ahonda tanto en la personalidad The Doctor y su mitología y contruye una atmósfera tan atrapante que parece escrito por Steven Moffat. Y eso, señoras y señores, son palabras mayores.
The Doctor: El Doctor, Doctor... diversión.
Ahora sí, vayan acusándome de fan sin criterio que yo mientras sigo.
Existen reglas en cuanto a la manipulación del tiempo, reglas que deben ser respetadas y que siempre han sido supervisadas por los Time Lords. Según estas reglas, existen pequeños momentos en la historia que estan fijos en el tiempo y que bajo ninguna circustancia deben ser manipulados. En The Water of Mars asistimos a uno de esos momentos fijos ya que, para que la raza humana pueda realizar grandes viajes espaciales y expandirse por el Universo, el 21 de Noviembre de 2051 Adelaide Brooke debe morir.
La historia dicta que Adelaide se sacrificará junto a los miembros de la colonia marciana Bowie Base One debido a una causa desconocida. Pero con la llegada del Doctor conocemos la causa de tal sacrificio. Una antigua forma de vida marciana que vive y se transporta por el agua cual plaga y que, debido a las grandes cantidades de agua que hay en la Tierra, desea llegar a ella para colonizarla. Pero antes de que esto ocurra Adelaide hará uso del protocolo 5 y autodestruirá la nave.
O eso, al menos, es lo que dicta la historia. Y las reglas del tiempo dictan que no hay nada que se pueda hacer al respecto en este caso concreto, algo que The Doctor sabe, por lo que no puede hacer otra cosa que dejar la base camino de la T.A.R.D.I.S. y abandonar a esos humanos a su fatal destino. Y en ese mismo momento The Doctor se da cuenta de su fatal destino y maldición. Él es el último de los Time Lords y por lo tanto el único responsable de las leyes del tiempo. Y si el quiere modificarlas, tiene el poder de hacerlo, puesto que puede decidir en el transcurso del tiempo. Puede jugar a ser Dios y decidir el destino de una raza entera con una sola decisión.
The Doctor: Alguien me dijo hace poco que iba a morir. Decía que iba a tocar cuatro veces y ahora sé lo que significa. ¡No quería decir ni aquí, ni ahora! Porque no escucho a nadie tocando ¿y tú?
Y es esta cuestión la que importa para el desarrollo del personaje y de la historia. Por primera vez The Doctor se muestra como un ser superior con el poder suficiente para cambiar el destino a su antojo y es consciente de que nadie en el Universo puede detenerle, un sentimiento y una forma de entender su existencia muy parecida a la de su némesis, The Master. Ha hipotecado el posible futuro de la población humana por salvar a tres insignificantes personas. Pero las reglas del tiempo no deben ser quebrantadas y nuestro portagonista lo terminará de entender de la peor forma posible. Una vez dentro de su casa, y horrorizada por la verdadera cara de su salvador, Adelaide Brooke se suicida y cumple con la historia, morir el 21 de Noviembre de 2051.
Ante tal suceso, el héroe se desploma y reconoce que está ante su final. Delira y contempla a aquel que predijo su muerte. Pero no puede morir, no aún, porque antes debe dejar las cosas en orden antes del final de su tiempo. Un final que tendremos que esperar un mes para disfrutar y que, tras lo visto en The Water of Mars, promete ser de todo menos feliz.