Conociendo Doctor Who: El Primer Doctor (II)


Entre otras muchas cosas, Doctor Who fue una de las series pioneras en el uso de la música electrónica. El ahora tan famoso tema de apertura de la serie fue compuesto por Ron Grainer, entre otros responsable de la música de los créditos de El Prisionero, y mezclado por Delia Derbyshire, miembro de la BBC's Radiophonic Workshop y responsable de los arreglos electrónicos. Y aunque el propio Grainer siempre tuvo la intención de compartir con ella la autoría del tema, en más de una vez comentó a Derbyshire si de verdad él había escrito eso, el departamento jurídico de la BBC, que quería que los nombres de los trabajadores de la Workshop permanecieran anónimos, se encargó de que Grainer apareciera en todos los créditos como único autor de la sintonía que, exceptuando un par de arreglos, permanecería en los créditos de la serie hasta la decimoséptima temporada de la misma.

Pero volvamos al Doctor y a William Hartnell. En sus inicios la figura del Doctor no era todo lo amable que, ahora, se le presupone al personaje. Durante los primeros seriales se nos presentaba a un Doctor rudo, arisco con sus acompañantes y sobreprotector con su nieta. Lógicamente esa personalidad no calaba dentro de la audiencia familiar a la que la serie estaba dirigida, por lo que el carácter del personaje se fue dulcificando poco a poco hasta mutar en la figura reconocible que actualmente se tiene de él. Además el personaje presentaba una dicotomía que a la larga resultaría, ante poco, curiosa. El de William Hartnell es el Doctor más joven hasta la fecha pero el presentado con un físico más envejecido. Inseparable de su bastón, el Primer Doctor es frágil a primera vista, olvidadizo y dependiente de su desarrollado intelecto.

La serie comenzaba a tener grandes audiencias, medias de doce millones de espectadores, los Daleks son ya un icono a la altura del propio Doctor y sus apariciones se multiplican. Entonces, ¿por qué se decide cambiar al actor principal de una serie de éxito?

Hay que tener en cuenta varios aspectos. Hay al menos tres frentes abiertos que acaban degenerando en la destitución de William Hartnell como actor responsable de dar vida al Doctor. Al termino de la segunda temporada de la serie Verity Lambert abandona el cargo de productora de la serie a favor de John Wiles, y Donald Tosh toma el cargo de guionista principal (Head of Serials). Ambos nunca consiguieron tener una buena relación profesional con Hartnell debido a la cada vez menor capacidad del actor para recordar sus frases (más tarde se descubriría que sería a causa de la enfermedad que le acabaría matando, una arteriosclerosis), pero sobre todo por el antisemitismo del actor, que le trajo también varios problemas con su compañera de reparto Carole Ann Ford.

Y si no fuera por el sustituto de Tosh, Gerald Savory, el cambio de actor se hubiera producido mucho antes de lo que se produjo y de forma muy distinta a como se hizo, habiendo así cambiado la historia de la serie por completo. El plan de Wiles consistía en hacer desaparecer al Doctor en el serial The Celestial Toymaker y que ha su vuelta fuera interpretado por otro actor. Afortunadamente Savory se negó rotundamente a ello así como a varios cambios que el productor quería introducir, como un lenguaje más vulgar y no tan académico, algo prohibido por la BBC en aquella época. Fuera como fuera, la salud de Hartnell no daba para más, y el remplazo de Wiles y Savory por Innes Lloyd y Shaun Sutton respectivamente, favoreció el cambio de ciclo.

Así fue como en los últimos segundos del último episodio de The Tenth Planet, serial que presentó por primera vez a los Cybermen, William  Hartnell decía adiós a la serie y el Doctor se regeneró por primera vez. Un proceso de regeneración al que nunca se hizo mención en la serie y que no empezaría a ser aclarado hasta que Patrick Troughton comenzara su aventura como Segundo Doctor. Pero no adelantemos acontecimientos, que todavía hay mucha tela que cortar sobre la primera etapa de Doctor Who. La próxima semana, Terry Nation y sus Daleks, los Cibermen, los episodios perdidos y muchas cosas más.