Mis Emmys
A pocas horas de que la alfombra roja se despliegue, estos son mis favoritos para llevarse la famosa estatuilla de la señora desnuda con cuernos de toro a la espalda que sujeta un ovillo de hilo. Pero hilo del bueno, eh, que se note donde hay dineros:
- Mejor drama: Glee. Nunca he llorado pasándolo tan mal como aquella vez que vi cinco minutos de un episodio. La gran favorita, sin duda.
- Mejor actor/actriz/actor secundario/actriz secundaria de drama: Está es muy fácil. Kevin Dillon es el único actor, hoy por hoy, nominable a un premio por ser capaz de interpretar a Johny Drama.
- Mejor comedia: Por sexagésimotercera vez consecutiva, el Emmy a la mejor comedia es para... ¡la lista de nominados de los Emmys!
- Mejor actor de comedia: Steve Buscemi, por tener una cara de la que es imposible no reírse cada vez que la ves.
- Mejor actriz de comedia: Christina Hendriks, para que complete la vitrina de premios junto a sus Globos de Oro.
- Mejor actor secundario de comedia: Un galardón para un veterano que lleva toda una vida rematando los chistes de sus compañeros de reparto. Un más que merecido premio que llega en el ocaso de su carrera para las risas enlatadas.
- Mejor actriz secundaria de comedia: Chris Colfer por su excelente trabajo en el drama favorito del público, Glee.
- Un momento, un momento, Álex. Para el carro.- Mejor miniserie o película para la televisión: Premio ex aequo para Lone Star y My Generation. No hubo series más minis que ellas en toda la temporada.
- Dígame querido espectador.
- Muy graciosa la entrada hasta ahora, pero me temo que has cometido un error con lo de Chris Colfer.
- ¿Un error? ¿Está seguro?
- Por supuesto. No puedes nominarle como mejor actriz secundaria de comedia, hombre.
- ¿Por qué no?
- Porque ya has puesto a Glee como drama. Es una contradicción, no tiene sentido.
- También es una contradicción sin sentido que Modern Family opte a siete nominaciones por comedia en los Emmy de verdad y nadie dice nada.
- Ahí me has pillado.
- Mejor reality: Dos Hombres y Medio, por mostrar al gran público la decadencia y bajada a los infiernos de Charlie Sheen.
Aunque bueno, esta es solo una humilde quiniela. Seguro que al final se lo lleva todo el Ala Oeste de la Casa Blanca, como siempre.