Suburgatory
Parece haber un boom de sitcoms creadas por mujeres en los últimos meses. No hace ni dos semanas se estrenó en NBC Are you There, Chelsea? serie en la que Dottie Zicklin y Julie Ann Larson transportan a la pequeña pantalla el best seller Are You There, Vodka? It's Me, Chelsea de la cómica Chelsea Handler y desde el comienzo de esta temporada la misma NBC cuenta en pantalla con Whitney, creada y protagonizada por Whitney Cummings, la misma que junto a Michael Patrick King aparece en los créditos de otra de las nuevas de este año, 2 Broke Girls.
Déjenme que coja aire...
... porque la cosa no acaba ahí. En la Fox tienen New Girl, la serie hecha a medida para Zooey Deschanel y creada por Elizabeth Meriwether y la apuesta de comedia de la ABC es Suburgatory, salida de la mente de
Emily Kapnek, productora consultora [1] de Parks and Recreation, y en la que me gustaría pararme porque, de lejos, me parece la propuesta más interesante de todas las series nombradas.
El punto de partida de Suburgatory, como muchas otras comedias antes que ella, es simple. La inserción de un elemento exterior dentro de un contexto totalmente contrario. En el caso que nos ocupa un padre soltero se traslada desde la cosmopolita Nueva York hacia los clónicos suburbios para aislar a su hija adolescente de la mala influencia de la gran ciudad y proporcionarle un estilo de vida más comunitario y controlador. Así pues la primera gran baza de Suburgatory reside en esa mirada sucia y llena de mala leche que se hace al retrato estereotipado del suburbio americano, ese de casas con jardines idénticos, madres que lucen como sus hijas que conducen caros y grandes coches y en el que no hay espacio para lo diferente.
Y como además tenemos protagonista adolescente [2], todo este choque de culturas se traslada también al ambiente escolar siendo Suburgatory también, a la vez, la enésima mirada crítica a ese subgénero tan norteamericano como es la comedia de instituto. Pero que Suburgatory juegue con tantos elementos tan conocidos y utilizados no es sinónimo de hartazgo y mucho menos negativo de por sí porque, como una buena serie, a partir de estos elementos generales de partida va generando un mundo propio repleto de personajes secundarios y recurrentes [3] que constituyen el otro punto fuerte de Suburgatory, la recreación de un microcosmos específico, de una ciudad (suburbio, perdón), y no solo de unos cuantos personajes.
Suburgatory ya tiene asegurada una temporada completa y aunque no inventa nada ni está en la vanguardia de la comedia televisiva sabe perfectamente cuales son sus referentes y como explotarlos, cosa que en los tiempos que corren no es poco.
Y como además tenemos protagonista adolescente [2], todo este choque de culturas se traslada también al ambiente escolar siendo Suburgatory también, a la vez, la enésima mirada crítica a ese subgénero tan norteamericano como es la comedia de instituto. Pero que Suburgatory juegue con tantos elementos tan conocidos y utilizados no es sinónimo de hartazgo y mucho menos negativo de por sí porque, como una buena serie, a partir de estos elementos generales de partida va generando un mundo propio repleto de personajes secundarios y recurrentes [3] que constituyen el otro punto fuerte de Suburgatory, la recreación de un microcosmos específico, de una ciudad (suburbio, perdón), y no solo de unos cuantos personajes.
Suburgatory ya tiene asegurada una temporada completa y aunque no inventa nada ni está en la vanguardia de la comedia televisiva sabe perfectamente cuales son sus referentes y como explotarlos, cosa que en los tiempos que corren no es poco.
[1] ¿Y qué es una productora consultora? Pues suelen ser miembros no permanentes del equipo creativo de una serie que de vez en cuando ofrecen asistencia experta sobre temas específicos.
[2] Jane Levy, una versión reducida de Emma Stone.
[3] Y aquí hay que pararse en el matrimonio que forman Chris Parnell y Ana Gasteyer, dos tótems de la historia reciente de Saturday Night Live que roban la pantalla en cada aparición. Apariciones que van de menos a más con el paso de los episodios y que de seguir ese ritmo les convertirán en algo más que unos simples personajes secundarios.
[2] Jane Levy, una versión reducida de Emma Stone.
[3] Y aquí hay que pararse en el matrimonio que forman Chris Parnell y Ana Gasteyer, dos tótems de la historia reciente de Saturday Night Live que roban la pantalla en cada aparición. Apariciones que van de menos a más con el paso de los episodios y que de seguir ese ritmo les convertirán en algo más que unos simples personajes secundarios.