Agent Carter



Siguiendo el plan de dominación mundial por parte de Marvel, ABC ha estrenado esta semana su nueva serie de televisión,  Agent Carter. Concebida como una mini serie de ocho episodios con posibilidad de renovación [1], este spin-off de Capitán América tiene la misión de llenar el hueco que ha dejado en la parrilla Agents of S.H.I.EL.D. con su parón invernal. Pero como se ha visto en los dos primeros episodios, las intenciones de la serie son mucho más ambiciosas que las de ser un mera sustituta [2].

Estamos ante una serie de aventuras clásica que, como sus propias showrunners admiten, es una Alias ambientada en los años 40 con mucho del espíritu de Indiana Jones. Todo gira alrededor del personaje de Peggy Carter, antigua heroína de guerra que años después tiene que lidiar con el machismo y condescendencia de una sociedad que ni se imagina lo mucho que le debe mientras en secreto intenta seguir con su trabajo como espía. Y aquí nos encontramos con el principal punto fuerte de la serie, la óptica con la que trata la misoginia de la época. El mejor ejemplo de ello lo tienen en su segundo episodio, cuando vemos un montaje paralelo en dónde por una parte se ve la grabación de un serial radiofónico del Capitán América en el que el héroe tiene que salvar a la pobre damisela en apuros y por la otra vemos a la Agente Carter propiciarle una buena paliza a un pobre tipo.

Todo esto sería imposible sin la interpretación de Hayley Atwell, otro acierto de casting que se suma a la larga lista del Universo Cinemátografico de Marvel. Atwell se hizo con el personaje desde el primer momento y le impregna de una fuerza y carisma de esas que ocupan toda la pantalla. Ayuda también la dinámica del personaje con el de Edwin Jarvis, otro magnífico James D'Arcy, fiel mayordomo y mano derecha de Howard Stark que aquí funciona como compañero de aventuras de la protagonista y cuya relación es el segundo punto fuerte de la serie. Si a todo esto le suman una buena ambientación y una producción cuidada deudoras de las películas y continuistas con lo visto en el corto que desencadenó la producción de la serie, el resultado es que nos encontramos ante la primera grata sorpresa de 2015 y con otro acierto de Marvel, que ve como su primera miniserie va por buenos caminos el mismo año que pretende seguir ampliando su imperio apostando por el modelo de Netflix.

Y aunque haya que lidiar con las obligatorias referencias y recordatorios al resto de franquicias marvelitas, el precio a pagar, y parezca que por ahora no se atreva a derribar otras barreras sociales con la misma determinación que parece mostrar con el machismo (me refiero aquí al racismo y la falta de personajes de color [3]), Agente Carter se ha destapado como una entretenidísima serie de aventuras de toda la vida. Si los seis episodios restantes continúan mostrando el mismo nivel y las audiencias no se desmoronan después de su estreno, tendremos Peggy Carter para rato.

[1] O como lo llaman ahora, una "limited series".

[2] Por lo pronto ya han conseguido superar la audiencia de cualquier episodio reciente de S.H.I.E.L.D.

[3] En los dos primeros episodios el único personaje no blanco que aparece es un contrabandista interpretado por Andre Royo que dura en panatalla cinco minutos antes de, ¡SPOILER!, morir.