Fantasías masculinas


Empecemos hablando del elefante en la habitación. Sí, Ballers (HBO, 2015) es el nuevo intento de Steve Levinson y Mark Wahlberg de repetir el éxito que lograron con Entourage. Una vez que la gallina de los huevos de oro parece que va a pasar a mejor vida tras su mediocre paso por la salas de cine, el dúo parece dispuesto a repetir la formula asegurándose que los cambios no son más que estéticos y apostando por el tirón mediático que les da la vuelta de una superestrella como Dwayne Johnson a la televisión.

Así que cambiamos las luces de neón de Hollywood por la de los focos de los estadios de fútbol americano. Pero el resto sigue ahí, pura fantasía masculina de poder, amistad, mujeres y dinero a ritmo de hip hop. Y es que lo que sus responsables, y HBO, parecen no haber entendido con Ballers es que el espíritu de Entourage se quedó anticuado casi nada más aparecer y que la serie llega diez años tarde.

En los dos episodios que llevamos la serie solo gana enteros y protagonismo cuando deja a un lado esa fantasía e intenta, con pinceladas gordas, desmitificar ese mundo de lujo supuestamente perfecto centrándose en lo que viene después. Es ahí donde el personaje de Johnson gana relevancia como un ex jugador que tiene que encontrar su lugar entre figura paterna y responsable para nuevos jugadores y el desarrollo de su nueva vida profesional.

Y aunque el carisma de The Rock es aplastante, pun intended, no es suficiente para cargar con un proyecto  que habría que ver si hubiera salido a la luz en HBO si no tuviera los grandes nombres que tiene asociados. Y es que, directamente, Ballers es un producto de tiempos pasados y, hoy por hoy, nada de lo que ofrece es original o, mucho peor, valedor de una calidad suficiente para destacarla entre el resto.